¿Sabías qué? Los pepenadores viven de y en la basura

¿Sabías qué? Los pepenadores viven de y en la basura

¿Sabías qué? Los pepenadores viven de y en la basura

Gracias a estas personas, México es uno de los países que más recicla y está por encima de Brasil, Canadá y Estados Unidos.

Gran labor menospreciada donde muchos meten las manos en los desperdicios, y es poco aceptable socialmente. Sin embargo, en algunos países en vías de desarrollo, la pepena es la mejor alternativa para separar y reciclar los desechos.

Además de ser una acción realizada por los más pobres entre los pobres, producto de nuestro proverbial mal manejo de los desechos y la falta de Interés por dignificar una actividad imprescindible: la separación de la basura para obtener materia prima.

Por desgracia, el sistema corrupto ha afectado a los recolectores de basura. Por un lado, si trabajas en la informalidad, te expones a la explotación del líder en turno. Las básculas trucadas quitan restan los pocos pesos que generan y, tantito se quejan, pueden sufrir las consecuencias —hasta atentan contra tu vida—. Por otro lado, la formalidad no garantiza una  vida digna o simplemente sus derechos.

Es una pena que en nuestro país se den estos casos, de injusticia y maltrato a aquellas personas que se dedican a la separación de basura. Ellos, que en cierta forma, hacen el trabajo “sucio”  que muchos nos negamos a hacer en algún momento.

Por lo regular los pepenadores tienen educación mínima; muchos no saben leer, ni escribir. Existen dos opciones: una, el sistema se adapta a las necesidades de aquellos que trabajan duro por un mejor país; o, generar algún programa de apoyo a estas comunidades, a través de ONGs.

De acuerdo con Mundo Sustentable, una asociación civil, en nuestro país al menos 200 000 personas subsisten de la pepena; lo mismo menores de edad que “adultos en plenitud”. Familias enteras han vivido de la basura por generaciones, y es común que establezcan asentamientos irregulares en los mismos tiraderos.

Para algunos la basura vale oro, la SEMARNAT ha señalado que apenas 11% de los 77 millones de toneladas de basura que se producen anualmente en el país se reciclan, y en gran medida la labor de separación -imprescindible para el reciclado-la realizan los pepenadores quienes, por cierto, se ubican en el sector informal de la economía.

El sector informal y los residuos sólidos municipales en México, el recolector es el último eslabón de una cadena que incluye a barrenderos, burreros (aunque en muchos municipios se ha prohibido el uso de animales para transportar basura) y pepenadores (los voluntarios que viajan en los camiones de basura; así es: aquellos que cobran una cooperación “voluntariamente obligatoria” por recibir la basura).

 

 

¡Ser pepenador no es tarea fácil, luchan día con día para tener una vida digna!

Para cuando los desechos llegan a los vertederos, ya han sido preseleccionados, pero todavía se pueden encontrar tesoros: plástico, $1.00 el kilo; PET, $5.00 el kilo; aluminio, entre $15 y $18 el kilo (esto es aproximadamente 67 latas). El cobre es un garbanzo de a libra: hasta $100 por un kilo, muy difícil de reunir.

Trabajo peligroso, ya que la búsqueda se hace sin guantes o algún equipo especial. La pepena extrema se realiza en aguas negras: el desagüe, cada tanto, recompensa con un anillo o un arete a quien busca. Las infecciones estomacales y enfermedades respiratorias son constantes. Y hay que sumar un grave problema de desnutrición.

El pepenador se ubica “al margen de las políticas públicas y a merced de liderazgos que se han beneficiado a costa de ellos”. Y es que eso sí: estos trabajadores son carne de cañón, siempre a la mano para políticos poco escrupulosos. Las organizaciones de pepenadores en México giran en torno a líderes, auténticos caciques, que controlan el negocio multimillonario de la basura.

¡Juntos hagamos conciencia y ayudemos en el medio ambiente!

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